23/9/13

Soltera y sin hijos


Antes de que comience a leer deseo advertirle que si es usted una mujer; como suelen decir, infelizmente casada e infelizmente madre no debería continuar la lectura.

Tengo veintinueve años, soy soltera, no tengo hijos, lo cual no es sinónimo de que esté en contra del matrimonio ni la maternidad. Tampoco es sinónimo de infelicidad, egoísmo, o algún otro sinónimo de las palabras mencionadas.

Soy soltera y sin hijos porque aprendí; gracias a la formación de mis padres a tomar decisiones en base a mis proyectos personales y profesionales. Es decir, a corta edad tome la decisión de estudiar una carrera que me apasionase para así no tener que trabajar nunca, por ende decidí rodearme de personas con una línea de pensamiento similar, eso significa que gusto de conversaciones inteligentes, retadoras, tanto como alentadoras; lo anterior me volvió una persona selectiva.

A lo largo de los años he ido construyendo una madurez emocional que me ha costado relaciones fallidas, tanto a causa de mi apatía por las relaciones dramáticas, como en mi manera de ver el amor; una balanza entre lo racional y lo emocional.

De cara a la vida sentimental he por tanto aprendido a conocer y descartar, así que si usted es de las mujeres que se jacta de llevar un anillo de compromiso o una sortija de boda, mirándome con lastima, pierde su tiempo. Lo que quiero decir con esto es simple, su frustración no fue mi elección.

Si es usted hombre y ha leído hasta el párrafo anterior, quiero que sepa que ser soltera y sin hijos se debe a que a diferencia de las mujeres con quienes suele compartir su cama, yo no busco un hombre que me proteja, busco un hombre que sea mi compañero, quien viva en busca de su realización personal y profesional, y comparta conmigo esa felicidad y triunfos, al mismo tiempo que comparto con él mis alegrías y logros.   

¿Por qué escribir algo así? Se preguntará, si al igual que yo es una mujer soltera, felizmente casada o bien si es usted un hombre con sentido común… pues bien últimamente he lidiado con comentarios despectivos, un tanto cargados de lástima, pero más aún de frustración e incomodidad por parte de mujeres que se sienten molestas consigo mismas por mi estilo de vida... Así que decidí reflexionar un poco al respecto.

La vida se basa en decisiones, se basa en asumir responsabilidades, se basa en convicciones, y hago hincapié en el tema de asumir responsabilidades, de verse a uno mismo como individuo de no actuar con base a lo que los demás quieren, esperan o desea… La felicidad es algo personal.

Déjeme decirle que el amor es algo maravilloso, que creo en él. He llegado amar y he sido amada. He llorado y sonreído por el amor, pero sé que esa idea de subirse o no al tren del amor es una decisión basada en la felicidad de dos personas que quieren vivir una vida compartida sin dejar de ser quienes son, es un nosotros sin egoísmos, sin machismo ni feminismo.

En fin, la razón de este desahogo es simple, como lo mencione, las mujeres libres e independientes no tenemos la culpa que las mujeres frustradas e infelices se sientan más frustradas y más infelices al vernos ser felices.
 

15/7/13

Hablando de mi

El preámbulo de los treinta es un agasajo mental. ¡Sí! Así lo defino, un agasajo que viene a cuestionar sobre lo vivido, lo aprovechado, y porque no lo desaprovechado. Aunque siempre de lo que consideramos derrochado aprendemos mucho más.  

Pues bien, como quinceañera releí mi diario, sí, sí, un diario, como esos de colegiala en donde plasmas sonrisas, llanto y suspiros, uno por el cual los años han pasado, han ido madurando, dejando entre ver en sus páginas amarillas una metamorfosis, mi metamorfosis.
Soy lo suficientemente consiente de que en la vida lo importante (Al menos así lo he aprendido) es reconocerse en lo vivido, en recoger de cada experiencia una pisca de algo que en algún momento ha de servir. O pues bien, una pisca de algo que siempre se presta como excusa para brindar.   

Por tanto he de confesar que ayer cerré un ciclo, renací, eso significa para mí un cumpleaños, en el que se recopilan experiencias tal cuales tesoros.
Y acá entra el sentimentalismo, siete años atrás ¡Qué rápido pasan los años! Cada vez voy comprendiendo e interiorizando la realidad, mi realidad, la cual en lo más mínimo se asemeja a lo que una vez soñé. ¡Condenado destino! Pero que bueno ha sido este conmigo.

Por ello aquí estoy, aquí voy, aquí sigo sacando pecho, remangándome la camisa, sacudiéndome el polvo de las rodillas, lavándome la cara y curándome las heridas, pero mejor aun saboreando los buenos momentos, esos en donde duele la panza de tanto reír, en los que las lágrimas brotan de felicidad, en los que sientes que el corazón se te sale del pecho por su palpitar.
Y lo mejor, me quedan sueños por cumplir, metas por alcanzar, cosas por compartir, un camino por andar, otros por conocer... y he de confesar que hoy más que ayer la convicción de encontrar un compañero de vida, alguien capaz de amar con libertad. En tanto este llegue, continuo mi nuevo ciclo, uno que trae ya consigo muchas más bendiciones de las que podría creer merecer, una familia hermosa más no perfecta, una profesión que no es un trabajo es un placer, una pasión, y, desde hace mucho un fenomenal grupo de amigos y amistades, que me hacen recordar que siempre hay algo en la vida por celebrar.

Son muchas las bendiciones, los regalos que han llegado a tocar mi alma, mi mente, haciéndome ser una mujer que recién cumplió veinte nueve años, y con ellos un invaluable significado sobre el don de la vida que Dios me concedió.
Hoy por tanto continúo caminando, sonriendo, llegando a casa, amándome para poder amar con sinceridad, siendo feliz, llorando con libertad y sin culpa, encontrando y defendido mi lugar en el universo.

¡Felices 29!

25/4/13

La utopía hecha pedazos


El despertador que no calla 
viaja a la inversa del segundero,
ese que yace en su cama.

El camino que caminamos 
viaja en paralelo a los gestos
a esos que esconden las miradas.

Somos sonrisas, silencios, 
computadoras encendidas,
a mitad de la madrugada.

Es entonces...
mirarnos, hablarnos,  
Es por tanto 
escucharnos.
Es decir 
es vivir viviendo verdades.

Y ¡Sí!, es verdad, es esto una utopía,
más no la extensión de un verso.

2/4/13

Siendo sincera

Siendo sincera, el adiós dolió. Dolió en el corazón, tanto como en el orgullo. 

Mi tutor de media noche. Mi distracción de madrugadas. Mi verso calladito al lado de la cama.

¡Sí! Siendo sincera, duele. Duele despertar sin ese quiubo tan singular saliendo de tus labios.

Mi guardián de sueños. Mi poeta noctambulo. Mi abrazo perdido en medio del silencio, del crujir de sabanas.

Siendo sincera extraño los besos robados que tanto me enfurecían cuando interrumpías mi lectura. Y esas carcajadas al verme brincar con la esperanza de algo alcanzar. Extraño esos suspiros que dabas al verme enfadar. Esa simplicidad, esa complicidad... la extraño.  

Y sí, siguiendo con este ataque de sinceridad sin ti, reconozco que nos perdimos, y duele reconocerlo. Perdimos la elocuencia en la cama de tanto maquinar, de tanto pensar. Quizás más del lado de mi cama que del tuyo. Porque nos perdimos, perdimos eso que Bécquer llama pasión, que Neruda dice ser amor y que en Benedetti es una estrategia.

Es decir, resumiendo, duele no saberte hoy aquí. 


27/2/13

Melancolía

La calle desolada deja entreabierta la azotea que da a su ventana / Los arbustos secos dejan olor a hierba recién cortada / es como andar en el bosque de sus pensamientos / tan ariscos / tan sencillos e intranquilos. / Beso al viento / al seco viento / al viento que no proviene de su boca, / por que es tan cruel el destino / y tan corta la vida / que a lo lejos / en sueños dormimos.    


15/2/13

El castillo azul



En el castillo azul donde guarda su rostro. Él es el rey de la hipocresía. El príncipe de la imperfección. Él es un manojo de miedos que se sienta lejos del espejo. Él es tan solo él. Como lo podría ser cualquier otro. Pero él es cobarde como la dormilona que reposa ante el calor de mis manos. 

6/2/13

Dialogando


No puedo escribir con elocuencia. Se han marchado las palabras, tan solo balbuceo esperando no molestar. No molestarme. La noche antes siempre es igual ¡Qué poco original! La analogía es irónica, preparo con ansias (dolor) el traje. No es un vestido, ¡No, no lo es! Es más un pijama a cuadros de franela. No son zapatillas. Son pantuflas que se quedaran al borde de la cama, lo más seguro que en la grada improvisada de hierro. El peinado no requerirá tiempo, una liga sujetara el cabello, y el maquillaje estará demás. No es permitido en el lugar. Habrá tanto blanco que me cegara. Habrá tanto silencio que me arropara. Habrá saloneros que prepararan la mesa con algodón, vías y tijeras. Ellos, o ellas serán amables, por educación u obligación. Harán preguntas incomodas, a las que daré respuestas incomodas. Será un día, un día nada más.  

15/1/13

Contra ti, de nuevo


Este dolor de manos me recuerda todo cuanto quise, todo cuanto soñé antes de que llegara aquel día. Hoy duele respirar, duele como si presionaras mi pecho con la fuerza con que detuviste mi vida. Escribiéndote se me empañan los lentes, porque duele más en el alma que en el cuerpo. Sé que abrirás una vía, después otra, y así sucesivamente conforme pasen los días, hasta que no quede vena en el brazo sin haber sido ultrajada, hasta que el blanco color de mi piel pase a morado, y poco a poco hagan matiz los hematomas en ellos. Sé que esto pasara una y otra vez, pero no me resignaré.