12/10/07

Siempre


Por: Tatiana M. Vargas
Siempre estuviste aqui -aun lejos- al otro lado del amanecer, aun distante de la tarde. Siempre estuviste aqui -aun lejos- inaccesible al tacto, aun en contra de las horas. Cercano hasta dolerme sin poder tocarte, con tus ojos mirando mi corazón. Siempre estuviste aquí -aun lejos- velando mis noches, escuchandome, hablando a mi odio que sordamente prestaba atención. Siempre estuviste aquí -aun lejos- detrás de mis pasos, al pie de la cama, cercando las montañas que pintaba con versos. Siempre, siempre estuviste aquí incumpliendo la condena, dejando en plazos rotos el castigo improrrogable de no alcanzar al olvido.