6/8/12

A los veintiocho


A casi un mes de haber cumplido veinteocho / sigo midiendo lo mismo que hace diez años. / Sigo siendo egocéntrica e inmadura, / fastidiosa con sincera devoción. /  Sigo sin entender el silbato de mejengas y campeonatos. / Deje el tabaco, pero no el café. / Hay adicciones que son para siempre. / Sigo siendo mala en eso de socializar. / Incapaz de impresionar un tumulto de gente, / de avivar una salida, / de seducir con ironías, /  chistes / y palabrerías. / Es decir sigo siendo yo / un poco más vieja. / La que prefiere reservar emociones. / La que prefiere arroparse en un caparazón. / Pero entre tanto, / sigo siendo sensible, / tierna, / hecha sin intención alguna de amar. / Yo, / la que llora por nada, / por todo. / La quisquillosa. / La que no sabe olvidar, / perdonar. / Yo la que conserva los versos de Gustavo Adolfo Bécquer / que leí en el colegio. / La que aún ríe a carcajadas leyendo Marcos Ramírez. / La que habla dormida, /duerme con medias, / y hace berrinches. / La que padece  mamitis aguditis. / La que sigue siendo tan torpe en el amor, / como en las matemáticas. / Tan escandalosa, / como callada. / La que ama la lluvia, / odia el sol, / y toma prednisolona. / La que no tendrá hijos, / pero si perros. / La que colecciona libros. / Yo, / yo a mis veinte ocho años recién cumplidos, / un poco más vieja, / pero aún viva. 

4/8/12

Sleepwalking


Una noche, un lugar. Bahamas. Costa Rica, Cuba, Colombia, El Salvador. Un escenario creando sonidos. La cumbia, el funk, a brinquitos, despeinados.

Una noche psicotropical, donde se amalgaman causas sociales y medioambientales entre partituras musicales que despliegan entre la gente ritmos latinos y africanos, una mezcla creativa de ellos.

Músicos que hacen latir en el tímpano las raíces de una historia musical en medio de una estampida de percusión que se adentra en el cuerpo. Saltos en aumento, sin parar, al ritmo de la música, tan bailable, aún para aquellos que nunca hayan usado zapatillas.

Un trance hipnótico que desafía al tiempo aun cuando la banda cree acabar.