27/12/12

Y sin embargo estoy


No soy el coro de la canción que pones en tanto juego en tu cama. Sin embargo entre el sentir y la razón estoy. / Estoy ahí escuchando, mirando, viendo cómo se pasa la vida. / Ahí sostenido la sonrisa cuando juegan los niños. / Sostenido mis celos; como si valiera la pena sentir. / ¡Sí! Estoy ahí fregando mis versos, cantando en silencio, leyendo, soñando, encogiéndome de hombros. / Estoy como todos curándome las heridas. 


20/12/12

Desistiendo sin discutir


Podríamos haberlo discutido.
Yo te diría ¡Así soy!
Dirías que no lo toleras.
Pero es porque no lo ves. 

Y replicas con teorías que no entiendo.
Te alzas desafiante
y tiemblas por dentro
¿Qué buscas?
¿Qué busco?

Dirías también que amas mi piel
que el olor de ella te excita,
tanto como jugar con mi cabello.
Lo dirías con un vaho de ternura en la voz
sobre todo si has bebido,
pero también lo dirías en la sobriedad de la noche.

Y en tanto terminas te diría que encontrarte
que sentirte y que besarte 
ha sido tan fortuito como el silencio.
Que se trata del deseo, del placer, no de amor.
Y sí, hay ternura, por ponerle nombre a las cosas,
es porque así soy. Yo sólo afirmaría lo que sabes.

Pero no, no lo discutimos
tan solo desistimos. 

7/12/12

Preview


Ella: ¿Y qué se te antoja?
Él: ¡A usted en enagua!. 

28/11/12

Crónica de un concierto a cielo abierto


Cuando se escabullo el rumor sobre el concierto de Serrat y Sabina en el país lo primero que pensé fue en quebrar el chancho destinado a casos de emergencia. Es decir, comprar las entradas para dicha visita representaba una emergencia ¡Dios gracias el chancho sigue intacto!

En fin la cuenta regresiva después del “tarjetazo” se hizo eterna, casi una suplicia, hasta que el reloj dio las 8:35 p.m. el pasado miércoles 21 de noviembre. 

Puntales; curiosamente acción inversa a la acostumbrada por ticos y productoras, al ser las ocho y treinta y cinco minutos dos marionetas de pájaros anunciaron bajo las voces de Serrat y Sabina lo que vendría a ser uno de los mejores conciertos a los que esta mortal a logrado ir. Me dejaría decir incluso que podría catalogarse como uno de los mejores conciertos del año. ¡Ojo, es mi más humilde opinión! 

Pues bien, dejando atrás el preámbulo, goce (no encuentro mejor palabra) un escenario que sostuvo a un par de grandes iconos de la música latinoamericana, quienes se dedicaron a basurearse entre tertulias que entrelazaban con cada una de sus canciones. Esos tipos me sacaron desde lágrimas hasta carcajadas. No por nada iniciaron con Hoy puede ser un gran día.

En medio de un escenario que jugaba con las luces transcurrió la noche. Transcurrió con el juego de palabras entre Serrat y Sabina, entre monólogos que iban de aquí para allá, de allá para acá, intercambiándose para cambiar de vestuario tras bambalinas. Un traje negro con o sin chaleco, un sombrero muy a lo Sabina, bastones para afirmar el paso, una mesa con dos copas y una botella. Quizás, y porque no una caja de cigarros (mi miopía y astigmatismo no dieron para tanto) ellos ahí gozando tanto como gozo su público. 

No hubo canción que no sacara a relucir la capacidad de desgalillarnos de los asistentes…

Y me envenenan los besos que voy dando
Y sin embargo cuando duermo sin ti  
contigo sueño
,

Corear Sin embargo, corear y aplaudir al cielo en tanto Sabina entonaba con una chica al lado con un poncho rojo Por el boulevard de los sueños, una canción para Chavela Vargas. Corear, corear y corear de pie algunas veces, ensimismados en las butacas otras.

Ese juego casi a la silla caliente nos puso en pie cuando con una sola nota en la guitarra, Sabina, consiguió la conspiración de todo un estadio cantando letra por letra la reconocida canción 19 dias y 500 noches.

Del amor al desamor, de la alegría a la nostalgia, de la ironía a la razón. Durante tres horas (las mejores en mi vida) todo un repertorio con sus grandes éxitos y canciones del álbum Orquesta del Titanic, como Hoy por ti mañana por mi, entre otras, dieron una serenata a cielo abierto bajo una noche fría de noviembre, que empezó sin lluvia y concluyo con un baldazo.