No puedo
escribir con elocuencia. Se han marchado las palabras, tan solo balbuceo
esperando no molestar. No molestarme. La noche antes siempre es igual ¡Qué poco
original! La analogía es irónica, preparo con ansias (dolor) el traje. No es un
vestido, ¡No, no lo es! Es más un pijama a cuadros de franela. No son
zapatillas. Son pantuflas que se quedaran al borde de la cama, lo más seguro
que en la grada improvisada de hierro. El peinado no requerirá tiempo, una liga
sujetara el cabello, y el maquillaje estará demás. No es permitido en el lugar.
Habrá tanto blanco que me cegara. Habrá tanto silencio que me arropara. Habrá saloneros
que prepararan la mesa con algodón, vías y tijeras. Ellos, o
ellas serán amables, por educación u obligación. Harán preguntas incomodas, a
las que daré respuestas incomodas. Será un día, un día nada más.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario