Ven sin mirar, miran sin ver.
Cuerpos tan cóncavos como convexos,
habitantes de una tuerta
sociedad.
Dos átomos atrapados
en la abundancia de la atmosfera,
entre un zafarrancho de noticias,
de periódicos sin periodistas,
de relaciones
públicas mal habidas.
Dos colegiados que festejan la libertad de
expresión,
dos colegiados sin
colegiar, miopes comunicadores
que dejan en la bandeja de borrador el sentir.
El Silicio del Titanio, a la inversa y brindando.
Dos copas miopes que chocan reacias al porvenir.
Un aguardiente de Antioquía.
Una cerveza nacional ya medio vacía.