29/5/12

Declaración de amor

Yo confieso que me encantas. Que me encanta que seas tan miope como yo. Y entre tantas cosas que me encantan, por ejemplo, el verte esbozar una sonrisa, el silencio prolongado que guardas al escuchar, la manera en que tomas una cerveza, una tras otra... esa melena rebelde que no dejas de alborotar, los colochos rejegos que cortas a punta de tijeras; probablemente las que encuentras en algún rincón empolvado de casa. El olor a vos que se queda en mi, aun cuando el sueño vence al despertador. Es tan simple, tienes ese algo que no sé que es, que me encanta.

28/5/12

Ugly patito

La espesura de la noche que embriaga,
amalgama realidad versus fantasía.
Campo minado es hoy mi mente. 
Palabras que hacen que eco, silencios que hieren.
El olor a cafeína se esparce, se concentra el insomnio, 
y las voces del pasado retumban.
                                                        Ugly patito!

Pasa el tiempo, presente realidad que se convierte en pasado.
Los verbos esta noche se han embriagado,
se alzaron en huelga.
Destila el alma alcohol, destila la vida dolor.
Que pesadez sienten los pies, que cansancio acosan las pupilas.
No son capaces las palabras de controlarse a si mismas.
Huir, huir astutamente de esta vida inerte que tanto aman.
Amar. Hay verbos que denotan acción estilizada.
Duelen los tímpanos, duelen.

A la mierda el coeficiente intelectual,
a la mierda las hadas drogadas con codeína,
los hospitales sin puerta de salida,
las visitas sin horario y las vías ensangrentadas.
A la mierda la antología de besos que se dieron,
las palabras cursis que no significan nada.

Y entre tanto brindo:
Por la sobriedad de las madrugadas que me acompañan.
Por el presente que se repite en el rollo viejo que siempre dejo velarse. 
Por las películas que siempre olvido alquilar.
Por las gafas herrumbradas que perdí en la playa.
Por lo que escuche decir.
Por lo que dejo huellas en mi alma.

24/5/12

Mita Pite

Aún lo recuerdo, era una niña, pero me enseñaste tanto que jamás podría olvidarte.

Primero me disculpo por escribirte tantos años después de aquel día, pero en aquel momento aún no sabía escribir muy bien. Estaba en la escuela, en alguna clase que no recuerdo, cuando vi a papi asomarse a la puerta, algo le digo a la maestra, probablemente que habías fallecido. A mi no me lo dijo así, tardaron tiempo, lo que tardamos en salir de la escuela y cruzar el primer muerto de la calle. Como lo sabes hay momentos en los que no sé que decir, me gana el silencio, ese día fue uno de esos momentos. Desde niña tengo el mismo problema. Aún recuerdo cuando llegamos a casa estabas como dormida sonriendo, o al menos sonriéndome a mi, ya tus manos estaban frías, pensé que debían cobijarte, se que no te gustaba el frío. Me alejaron de ti para llevarte a una caja que no me dejaban mirar, era una niña, eso decían, pero olvidaron que esa niña pasaba todo el tiempo posible contigo, que apenas amanecía se escabullía en tu rincón, que comíamos Citrato, no sé ni para que pero nos lo comíamos, tomábamos café chorreado, bueno te confieso que hacías agua chacha, rezábamos el Rosario y apenas empezaba a llover nos acostábamos a dormir. Te confieso que aún lo hago, y siempre digo lo mismo como decía mita pite a mimis. 

Se que no es necesario que te escriba todo esto, porque lo sabes, pero a veces me hace bien hacerlo así, además quien va a entender lo que siento después de tantos años cuando recuerdo que te fuiste sin que pudiera despedirme de ti, que te fuiste y esa niña que hoy es una mujer aún recuerda como si fuera ayer ese día. Hay cosas que no se olvidan. También sé que a pesar de los años no te visito en el cementerio, que no rezo como lo hacen las tías el 24 de mayo de cada año, pero pienso en ti y te recuerdo principalmente en las noches cuando me enrollo en tu cobija con olor a violeta.



9/5/12

Casito veinte ocho

Casito veinte ocho
tantito no mas
casito menos joven
tantito más vieja
tantito no mas.


8/5/12

Los miopes


Vos tenes tanto como yo por dejar llover
tanto por dejar caer, por olvidar
susurramos dormidos lo que despiertos no decimos.
Tratamos tan solo de contener lo que somos
verdades, sin mentiras. 

5/5/12

Leer, esa es la cuestión


Después de leer el articulo de Homero Aridjis, Que te muerda algún libro. 

En mi caso la disyuntiva es dormir o leer, esa es la cuestión. He de agradecer, antes de continuar la imposición de mi padre – En esta casa no se ven telenovelas.

No hay duda de que es un hombre sabio, me hizo cambiar la televisión por el apacible placer de tener entre las manos un libro, su olor, su textura, las dimensiones que en ellos se encierra. El poder sentarse a deslizar entre los dedos las hojas que van tejiendo en el aire una historia, hilvanando en el cielo un destello.

El envejecer y rejuvenecer con cada libro, el reír al punto de que duela la panza, el llorar desconsoladamente y suspirar deteniendo la lectura para mirar con los ojos cerrados un más allá lo que en realidad es tan cercano, entre cada una de las letras escritas tan perfecta y delicadamente, cuales cómplices al placer de quien les lee.

Tras cada libro leído, quedan en papel plasmados los pensamientos reflexivos que calan en quien aprende a ver en la lectura una manera de vivir.

Soñamos, aprendemos, volamos al leer. Soñamos, aprendemos, volamos al escribir.   


El latido del bolero, del tango, de la ranchera


Tiene en casa un repertorio de música, canciones que recuerdan el andar del latinoamericano, un  conjunto de letras en verso que relatan el sentir de todos los tiempos; acetatos que hacen de respaldo en su cama, donde probablemente tarareando se queda dormido.

Tiene cernidas alrededor de las vigas boleros, tangos y rancheras, como si fuesen el camino a casa, al paso del zacate que de vez en cuando corta.

Ha de saber tanto de Agustín Lara, como de Carlos Gardel, como de José Alfredo Jiménez, de sus historias, de esa lista de verbos que forman sus canciones, del amor y desamor que en ellas encierran.

Y entre el trío de guitarras, la milonga y el tango, los charros y sus rancheras, divaga aquel verso de Amado Nervo en mi mente cuando estoy con él

“El día que me quieras tendrá más luz que junio;
la noche que me quieras será de plenilunio,
con notas de Beethoven vibrando en cada rayo
sus inefables cosas,
y habrá juntas más rosas
que en todo el mes de mayo”.


3/5/12

El olvido, consumado


Dejamos una amapola, tal cual un lirio detrás de la persiana 
Un mastín tallado sin remordimientos, sin arrepentimientos
Olvidamos palabras tras confesiones 
Dejamos un turno sin pase,un despecho sin destino,
un instinto sin percepciones
Olvidamos el sentido de culpa, tras el pecado cometido,
consumado
Dejamos olvidada una condena sin plegaria,
transformando pensamientos.