Sociedad insasiable

¿De qué somos dueños? De sentimientos y emociones que como maquinas trabajan al compas de una sociedad. Estamos demasiado ocupados como para poder percibir la realidad del alma. Lo damos todo, lo queremos todo; como reyes y reinas sin coronas merecidas. Damos sin merecer, merecemos sin darlo todo, porque la mediocridad transpira en nuestros poros. Demasiado silencio interior, demasiado alquitrán en las aceras, demasiadas bocas esperando ser alimentadas, mientras los supermercados se abarrotan de egoísmo ¿En que nos hemos convertido? ¿Hacia donde caminamos?

RENACIENDO

Con la imposición del tiempo; amigo o aliado, renazco con el paso de un calendario en el que se esconden cambios de los que cuales hoy soy tan solo un reflejo. El reflejo de mi esencia, cautiva esencia que se describe con tan solo una mirada, una mirada en donde se hallan implícitas sonrisas y lágrimas, momentos de luz y oscuridad de los cuales he aprendido a caminar sin necesidad de bastones, ni mascaras, porque es mi sendero un camino recorrido de la mano de quien me otorgo mi primer aliento. Por: T.Vargas

Linterna

En medio de la noche aun no oscura pero precisa, he de ver el sendero que me abriga y sacia el alma. sendero fértil y lleno de esperanza, en el cual hallar la sanidad del pensamiento y el aliento cautivo de la libertad, que no se respira en la tierra donde se enlodan mis versos.

Miedo

Tengo miedo, miedo de sentir, de esperar y creer.
Miedo, tengo miedo de tus abrazos, de tu voz y tus palabras que parecen ser sinceras.

Esencia conciente

MADURAR el amor

de Pedro Guerra

 

Hay que aprender a conocer el amor no confundir el amor con la hoja seca de amor que cae al pie del amor. Hay que aprender a no esperar del amor pero en empeños de amor hacer brotar el amor de la paciencia el amor. No tiene rostro no tiene altura no puede ser llevado de la mano no tiene calma no tiene anchura no puede ser armado ni comprado. Hay que aprender a madurar el amor dejar volar el amor y que respire el amor todo el amor del amor. Hay que aprender a recoger el amor desmenuzar el amor no hacer altares de amor bajar al suelo el amor. No tiene rostro no tiene altura no puede ser llevado de la mano no tiene calma no tiene anchura no puede ser armado ni comprado.

¿Esperanza?

Acostumbrándome a la soledad, abrigo que no lastima, ni duele, solo abriga.

Viajando como lo hacen las mariposas

Viajo sin rumbo alguno, viajo en silencio intentando sanar viejas heridas, viajo llevando a cuestas una condena impuesta por un sinfín de prejuicios, superficiales prejuicios. viajo sin mirar atrás, consiente de un pasado que me hace descifrar el porque de cada uno de mis pasos. viajo llevando tan solo lo necesario (un corazón que siente, una mirada que habla sin palabras y mis manos ya mutiladas del dolor, que buscan descargarse al escribir) viajo, sí eso hago, viajo aún cansada, viajo aún con dudas, viajo como lo hacen las mariposas.

Mi primer verso

Tu rostro es la luz de mi mañana, tus ojos mi fe y mi esperanza, y tu sonrisa la alegría de mi alma.

Sonreír

Sonreír en tu sonrisa es más que sonreír.... es sentirme parte de ti, y que te sientas parte de mí.

Uma nova história

El camino aun no se ha perdido, mis flores no se han marchitado, y entre pasos voy descubriendo un silencio eterno que me recuerda lo que tuve y ahora poseo… un cementerio de historias, largas historias, donde se esconden pláticas bajo la luz de la luna, confesiones entre siluetas de humo y una conjugación de versos que provenían del delirio. Con mí cementerio tras de mi, aprendo a volar, hoy vuelo recorriendo el aire que me llena los pulmones y me recuerda que existe una esperanza tatuada en mí piel, razón de promesa, razón de confianza, sin importar lo que opinan los demás. La realidad será siempre la misma, ni un punto menos, ni una coma de más… la esencia que se esconde en el silencio será mí ideal aliado, y aunque en las noches miro al cielo intentando esconder una lágrima, el amor será siempre un destello vislumbrado a lo lejos, un destelle que puedo alcanzar si en el camino encuentro un caminante para llegar hasta la luz de algo infinito y real. Mientras tanto las letras no se desgastarán, y mis manos continuarán haciendo trazos… porque es en medio del dolor y las pruebas cuando se hace más presente la conciencia, y se hace vital la razón por la cual hemos de formarnos… quizás con rostro rígido y algo distante, pero es necesario ordenar las ideas, y resguardar las heridas, para no hacer llorar las esquinas que aún intentan resistir.