7/8/07

30-06-07

Así como el amanecer llega al día, así llegamos de nuevo a reencontrar nuestras miradas. En lo profundo del alma se quedaron esa tarde los momentos pasados que ya no importan, porque el brillo de la mirada destella por completo nuestras almas. La sed ya no es la misma, y tras la distancia aprendimos a conocer la esencia de la vida... de quien proviene y a quien pertenece. El necio pasado ya no nos tortura, y quizas aún queda una esperanza.

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